Escrito por: Shira Abreu,Silvio Cabrera y Santiago González.
Puerto Plata-- La directora de la escuela básica de Puerto Cabarete confirmó que la mañana del viernes ocurrió allí un hecho inexplicable que atribuye a la presencia del demonio. Paulina Pérez relató esta mañana que en esa escuela de Cabarete, Puerto Plata, deambulaban “espíritus mundanos” que se apoderaron de más de una decena de personas, la mayoría estudiantes. En un reportaje que publicó el noticiario de Teleantillas, estudiantes aseguraron que vieron caminando a un hombre sin cabeza.Dijo que todo comenzó a eso de las 9:00 de la mañana cuando una estudiante del séptimo A dijo que algo la estaba perturbando en el aula. Esa misma estudiante, el año pasado, se “había puesto mala en la escuela”, como se le dice popularmente a las personas que alegadamente son apoderadas por los demonios, detalló la directora.Pérez expresó que tras conocer la situación se dirigió al curso e inició una oración a Dios pidiendo que cualquier espíritu maligno se alejara del lugar.La misma educadora confesó que mientras oraba con los ojos cerrados escuchó risas persistentes y burlonas por lo que reprochó a los alumnos, pero éstos les aseguraron que nadie se había reído. Dijo que esas risas eran del mismo diablo. Mientras oraban, otro niño lanzó un grito, puso los ojos en blanco y cayó al suelo retorciéndose y haciendo sonidos extraños, como de animales. El hecho desencadenó una serie de episodios extraños ya que cuando lograban hacer que un niño volviera en sí, otro del mismo curso, en otra aula o en el patio, caía convulsionando. La directora dijo que los espíritus se apoderaron de 11 niños en la escuela, tres de una casa contigua al plantel y de una niña en el barrio El Play. Pérez dijo que sólo Dios sabe cual fue el propósito de ese hecho, pero que ella está segura de que esos espíritus querían hacerles daño a los niños. El hecho causó una gran conmoción en Cabarete, por lo que acudieron diferentes medios de comunicación. Creyentes de la comunidad se sumaron a la labor exorcista en el patio de la escuela, oraban y le echaban agua a los que estaban “montados”. Fuente el Nacional