BOSTON -- Si piensas que tuviste un mal día, te hubieras puesto en el
lugar del manager de los Medias Rojas, Bobby Valentine, el lunes.
Hubieras estado en una discusión pública con uno de tus jugadores más
respetados. Tu clubhouse te hubiera dado la espalda. Hubieras dejado en
el juego más de la cuenta a tu joven abridor para que saliera con la
derrota. Y por último, hubieras sido abucheado por los aficionados de tu
equipo.Ese fue el día de Valentine.En una de las pocas ocasiones en su vida, el piloto lució un poco
humilde. Es posible que no haya querido discutir con Youkilis, pero no
calculó bien cuál sería su reacción.Posiblemente Valentine haya pensado que todo estaba demasiado calmado en
el Fenway Park y que necesitaba crear un alboroto. Bueno, ése no pudo
haber sido el motivo.¿Es posible que Valentine haya querido motivar a uno de sus jugadores
más respetados al cuestionar su dedicación? A pesar de todo, Youkilis
hasta ahora tiene un promedio de .200 y sin jonrones. Esa tampoco pudo
haber sido la razón.Puede ser difícil encontrar el verdadero motivo por el que un hombre muy
inteligente haya dicho algo bastante ridículo. No tiene sentido que
Valentine quiera crear una controversia con un jugador que es conocido
por trabajar fuerte y darle importancia a las cosas correctas.A través de los años Youkilis ha preocupado en algunos momentos a los
Medias Rojas, pero esas inquietudes han sido porque en ocasiones ha sido
muy intenso. El ex dirigente de Boston, Terry Francona, estaba
preocupado porque Youkilis no dejaba de azotar bates y cascos, y pensaba
que era solamente cuestión de tiempo para que el antesalista se
fracturara un hueso o se desgarrara un ligamento. Francona llegó a
entender que Youkilis empleaba esos momentos de furia para descargar un
poco de estrés y superar un mal turno al bate.Aparte de eso, Valentine rompió una de las reglas más importantes de
manejar un club de Grandes Ligas. Los jugadores quieren un capataz que
sea capaz, honesto y preparado. Pero sobre todo, los jugadores quieren
un dirigente que los respalde. Si un manager tiene que dar malas
noticias, absolutamente debe hacerlo en privado. Nunca se escuchó a Joe
Torre ni a Bobby Cox criticar a uno de sus jugadores públicamente.No cabe duda que tuvieron jugadores que los frustraron, pero estaban
conscientes de que no solucionarían nada al criticarlos ante todo el
mundo. Si Valentine quería señalar algo malo en Youkilis, no existe una
excusa para no hablarlo primero con su jugador."Creo que Bobby hubiese deseado expresarle su punto de vista a Youkilis
primero", dijo el gerente general de los Medias Rojas, Ben Cherington.Pienso que Valentine lo sabe. Reaccionó rápidamente el lunes luego de
que escuchó la reacción de Youkilis a una entrevista en la que el
dirigente dijo que el tercera base no "estaba entregado física ni
emocionalmente al juego como lo ha estado en el pasado".En las siguientes horas, Valentine se reunió con Youkilis al menos dos
veces y luego platicó con Dustin Pedroia (quien criticó a Valentine por
criticar a Youkilis), Cherington y posiblemente con otros.Valentine dijo que sus palabras fueron tomadas fuera de contexto y que
nunca quiso criticar a su infielder. De cualquier manera, después de que
las declaraciones salieron, Valentine se encontró en medio de una
guerra de palabras."Pienso que era adecuado que se disculpara aunque no haya sido la intención de Bobby criticar a Youkilis", expresó Cherington.Por su parte, Youkilis dijo que estaba "confundido".En el vestidor de Boston, los jugadores respaldaron a su compañero."No comprendo lo que Bobby trata de hacer", manifestó Dustin Pedroia,
"pero así no hacemos las cosas aquí. Estoy seguro de que se dará cuenta
de eso pronto".El inicialista mexicano Adrián González dijo lo siguiente: "Todos sabemos que Youkilis siempre da el 110 por ciento".Si piensas que los Medias Rojas sabían lo que les esperaba cuando
contrataron a Valentine, están equivocados. Valentine tiene un largo
historial de ser un hombre inteligente, aferrado a sus ideas y en
ocasiones arrogante. En el pasado tuvo una enemistad con un gerente
general. Ha discutido con árbitros, reporteros y comentaristas de
televisión.Pero en 15 años al mando de los Mets y Rangers, casi nunca criticó a sus
propios jugadores. Existe un posible incidente con Todd Hundley hace
varios años, pero no le prestemos mucha atención a eso.Valentine tuvo un día tan malo que cuando dejó a Daniel Bard para que
otorgara una base por bolas a Evan Longoria que resultó en la única
carrera del último juego de la serie entre los Medias Rojas y Rays,
parecía que estaba consciente del enredo en el que se había metido."Pensaron lo mismo que yo pensé", dijo el piloto al preguntársele sobre
los abucheos. "Lo debía sacado antes. Son buenos aficionados. Saben lo
que está sucediendo en el juego".Si existe un lado positivo, es que todavía restan 152 encuentros, y
Valentine tiene bastante tiempo para trabajar en mejorar la confianza
que se ha perdido entre él y sus jugadores. Uno de los dichos más viejos
en el deporte es que las victorias lo curan todo. Los Medias Rojas
tendrán los próximos cinco meses para demostrarlo.Por otra parte, varios equipos exitosos han odiado a su manager. Es
posible que no le hayan prestado atención o que hayan empleado lo dicho
por su capataz como una especie de motivación. Esperamos que ése no sea
el resultado. Pero hay que estar atentos.