Tim Lincecum, Roy Halladay y Félix Hernández van de la mano en la actual campaña de las Grandes Ligas por el hecho de que a pesar de sus lauros y millones están cruzando “el Niágara en bicicleta”. Los reyes del premio Cy Young (que se concede cada año al mejor lanzador en su respectiva liga) de las últimas temporadas han dejado mucho que desear. Sus récords distan bastante de lo que estamos acostumbrados a ver. Sus bajas en el rendimiento se refleja en una proporción directa al estatus de sus respectivos conjuntos. No es que sean los máximos responsables de las debacles, pero cierto vínculo guarda el hecho de que Halladay, actualmente en la lista de lesionados, tenga su promedio de carreras limpias casi en cuatro puntos y su equipo de Filadelfia sea el dueño del sótano del Este de la Liga Nacional. Lo mismo sucede con el Seattle de Hernández en el Oeste de la Liga Americana. El derecho venezolano no está dominando y es para eso que los Marineros le pagan 18 millones y medio de dólares. Todavía Clayton Kershaw y Justin Verlander, los ganadores de la Triple Corona en la pasada estación, no son motivo de alarma, pero vale señalar que están lejos del dominio mostrado en 2011 a estas alturas de juego. Si desean repetir como ganadores del Cy Young deben aspirar a una segunda mitad de temporada con números brutales.
Tim LincecumEl derecho de San Francisco lleva unos números que son motivo de preocupación. Foja de 2-6 con un promedio de carreras limpias de 5.83 no van de la mano con un hombre que se ganará 18 millones de dólares en 2012. Por cierto, está mal desde la segunda mitad de 2011.
Cliff Lee
El zurdo, a quien los Filis le pagarán 21 millones de dólares este año, aun no gana su primer partido del año. Es verdad que sus números dicen que ha lanzado mucho mejor de lo que indica su registro de 0-3, pero la realidad es que no le ha puesto número a la casa con un equipo de Filadelfia que no le ha hecho honor a su elevada nómina. La frustración se ha apoderado del estelar zurdo, quien en una salida reciente le reprochó a un compañero que no pudo completar una jugada. Filadelfia necesita que Lee retome el sendero de las victorias.
Roy Halladay
Al derecho, ganador del Cy Young en ambas ligas, le dicen el “doctor”, pero resulta que en los dos primeros meses de estación se ha mudado para el lado de los pacientes. Desde el entrenamiento se decía que algo andaba mal con su velocidad y luce que sí. Compila récord de 4-5 con un promedio de carreras limpias de 3.98. Peor aun, está lesionado del hombro derecho.
Lester y Beckett no ayudan; Greinke va bien
De los últimos ganadores del Cy Young, solo Zack Greinke, de Milwaukee, se comporta a la altura de su investidura y salario. El derecho ha hecho un buen papel en la lomita y es de los pocos puntos luminosos de su club, que no tiene proyección para clasificar a la postemporada luego de estar cerca de la Serie Mundial en 2011.No se puede decir lo mismo de su compañero Yovanny Gallardo, el derecho mexicano que tiene marca de 4-5 con un promedio de carreras limpias de 4.50. Gallardo inició la pasada temporada como el estelar de Milwaukee, pero en 2012 está lejos de esa forma. En la misma línea están varios serpentineros llamados a ocupar roles protagónicos en la escuadra de los Medias Rojas de Boston.Josh Beckett y Jon Lester han sido un desastre. Beckett inició la jornada de anoche con marca de 4-5 y un promedio de carreras limpias de 4.26. El zurdo Lester presenta una de 3-4 y 4.64 de promedio de carreras limpias. Súmele a esto la paupérrima labor de Daniel Bard (5-6 y 5.24) y no hay que llegar lejos para descubrir los motivos por los que el equipo estaba anoche en el sótano del Este de la Liga Americana, aunque jugando para .500. Bard era un experimento y ya está en las menores. Pero Beckett y Lester están llamados a ser los caballos que empujen a un Boston que va mal.