CHICAGO -- Paul Konerko se convirtió oficialmente en un ex ligamayorista en la sexta entrada del último juego entre los Medias Blancas y Reales en el U.S. Cellular Field.
Tras conectar un roletazo, Konerko corrió hacia su puesto para calentar con los demás infielders. Andy Wilkins esperó en la cueva y cuando el abridor de Chicago terminó sus tiros de calentamiento, Wilkins corrió para reemplazar al capitán de los Patipálidos.
Konerko abrazó al novato y se paró en el terreno para agradacer la ovación de los aficionados. Después regresó para una segunda ovación de los 32,266 espectadores presentes para la celebración en homenaje al veterano de 18 campañas, 16 de ellas con los Medias Blancas.
Cuando tomó su posición el domingo, Konerko saludó al árbitro de la primera base, Chris Conroy, y al coach de la incial de los Reales, Rusty Kuntz. Después escribió con el pie Nick, Owen, A (Amelia) y J para reconocer a sus tres hijos y esposa Jennifer. Terminó su obra de arte sobre el terreno con un corazón debajo, algo que había contemplado 20 minutos antes del primer lanzamiento.
"Fue un agradecimiento porque tu familia siempre pasa a segundo plano. Tu madre, padre, esposa e hijos", expresó Konerko. "Haces todo lo posible, pero si juegas en las Grandes Ligas, debes ser un poco egoista. Tienes que salir de la casa temprano. Tienes que viajar. Llegar tarde a la casa. Te pierdes muchas cosas. No es nada normal".
Un final perfecto hubiera sido su cuadrangular número 440 o un hit de cualquier clase. Pero Konerko, jugando con una fractura en la mano izquierda, terminó de 3-0 con dos ponches. Sus estadísticas en su carrera quedaron en un promedio de .279, 439 jonrones y 1,412 remolcadas, aparte de 2,340 imparables, de ellos 410 fueron dobletes.