NUEVA YORK.- Parece un nómade sin destino,
obligado a moverse una y otra vez dentro de la ciudad. Es como un circo
que de tanto en tanto debe mudar sus magias y sus historias. Este lunes
se confirmó que demolerán el Madison Square Garden (MSG), el mítico estadio que siempre es noticia por ser epicentro de los más grandes eventos musicales, deportivos y políticos.
Este templo enclavado en
la Gran Manzana que supo vibrar con
la mística de Elvis Presley, con las volcadas de Michael Jordan volando
para Chicago Bulls, y con las trompadas de Muhammad Alí, dentro de 10
años habrá pasado a la historia. Es que la alcaldía de Nueva York
decidió derrumbar el legendario Madison Square Garden para ampliar la
estación de Pensilvania del ferrocarril.
En una década (ese es el plazo que le dieron), los equipos New
York Knicks de básquet y Rangers de hockey sobre hielo estarán
obligados a buscar una nueva casa. Algunos deslizan que los primeros
jugarían en Long Island y podrían llamarse Nassau Knicks.La votación en el ayuntamiento resultó avasallante a favor de no
renovarle el contrato al Madison. Hubo 47 votos a favor de ampliar la
Penn Station
y sólo un sufragio en contra. Ocurre que el ferrocarril justo pasa por
abajo de los terrenos del estadio. La intención es que con estas
remodelaciones, el tren bala pueda circular a 350 km/h.En caso de que el Madison no encuentre otra ubicación, deberá pedir
otro permiso especial una vez que caduque el actual, en 2023.Según sus administradores, la remodelación durará tres años y
deberán invertir alrededor de mil millones de dólares.
Igual, el MSG ya sabe de mudanzas: nació en 1879, para competencias de
ciclismo. Lo derrumbaron y le dieron vida a otro desde 1890 hasta 1925.El tercer MSG estuvo de pie hasta 1968. Ese año se edificó el actual
del cruce de la Calle 33 y la 7ª Avenida. Allí, Elvis Presley brilló la
única vez que se presentó en el 72 y Led Zeppelin grabó la película
The Song Remains the Same en el 73. Allí, también, Alí y Frazier se pegaron con todo en la revancha del 74. Y no, nadie podrá demoler los recuerdos.