Michelle Obama llegó al corazón de la audiencia en la
Convención Demócrata, pero no solamente por elogiar a su esposo Barack Obama, sino por hablar como cualquier madre, mujer, esposa y estadounidense.La primera dama arrancó lágrimas entre los presentes, por momentos se le entrecortó la voz; y generó entusiasmo entre la multitud al dirigirse a las mujeres, los veteranos y las minorías, cuyos votos son decisivos para reelegir a su marido.En el Time Warner Arena no faltó Obama el padre que se levantaba en las noches a ver si sus hijas respiraban, el hijo y el hermano descrito por Maya Soetoro, hermana del mandatario.
¿Cuál es tu idea para un mejor país?
Pero lo que había que destacar era por qué Obama debe seguir siendo el Presidente y Michelle atinó.
"Al final del día mi título más importe es el de madre y yo verdaderamente creo si trabajamos por los sueños de nuestros hijos y creamos las bases para que haya igualdad, lograremos estas oportunidades, si le damos nuestra confianza al hombre en que yo confío, mi esposo", dijo la primera dama.Indudablemente no era a la multitud que tenía que convencer Obama, sino a los indecisos que son los que definirán la elección el próximo 6 de noviembre.Apuntando hacia los indecisos, la primera dama dijo que el compromiso de Obama es crear más empleos, hacer que los estudiantes no salgan con una deuda que no puedan pagar y que todos, ricos y pobres, tengan las mismas oportunidades.A este punto, los demócratas tienen que hacer todo lo posible para mantenerse en la delantera, considerando que una encuesta revelada este lunes por Gallup coloca a ambos candidatos con un empate técnico. Obama se mantiene a flote con un 47% del electorado, mientras Romney cuenta con el respaldo del 46% de los
electores."Barack conoce el sueño americano porque lo vivió, y quiere que todos en este país tengan la misma oportunidad, no importa quién sea, de dónde venga, cómo luzca, o qué quiera", sostuvo la esposa del Presidente, vestida en tonos rosados y grises platinados. Mostró una imagen más casual que la de Ann Romney en el discurso de la Convención Republicana, quien vistió de rojo.
Estalla ola de reacciones
Tras finalizar el discurso estallaron las reacciones en los medios. Analistas estadounidenses alabaron la intervención de la Primera Dama, en la cual no se pasó por alto ni a la clase media del país, ni los afroamericanos, ni a los homosexuales.