NUEVA YORK - Entre los Orioles y los Yankees existen muchas diferencias. Los Bombarderos del Bronx son la franquicia de más tradición en Grandes Ligas, con nombres sonoros y la mayor nómina de MLB. Todos los años están entre los favoritos para ganar la Serie Mundial. Baltimore, aunque cuenta con una tradición sólida que remonta a la década de los 1950, no tiene tantos nombres conocidos y lleva la nómina número 19 de la Gran Carpa. Además, antes del 2012 los Orioles no clasificaban desde 1997 y fuera de los predios de Baltimore, había muy pocas expectativas para esta temporada. Pero aquí estamos, en medio de una Serie Divisional empatada a una victoria por bando entre estos dos rivales del Este. Nadie pudo haberlo pronosticado. "Creíamos que si salíamos a jugar, sin importar el récord ni cuántas victorias o derrotas teníamos, podíamos ganar en una noche en particular", dijo el receptor de los Orioles, Matt Weiter, al describir la actitud del equipo desde los entrenamientos. Sin dudas, ha habido un cambio de mentalidad en Baltimore desde que el manager Buck Showalter tomó las riendas del conjunto en medio del 2010. Poco a poco han ido cambiando las expectativas internas del club. Y en el 2012, después de 14 temporadas perdedoras en forma consecutiva, de repente los Orioles han vuelto a ser un equipo relevante. Con 93 victorias en la temporada regular, Baltimore le dio un susto en el Este a los Yankees, que tuvieron que esperar hasta el último día de la campaña para asegurar la división. La tropa de Showalter llamó la atención en varios sentidos. Su marca de 29-9 en juegos decididos por la diferencia mínima fue un récord de Grandes Ligas. Como consecuencia, su marca "pitagórica"-fórmula basada en carreras anotadas vs. permitidas-fue de apenas 82-80; claro, lo único que vale fue su excelente 93-69 en las posiciones de verdad. "Nunca dejamos de luchar", dijo el tercera base novato de los Orioles, Manny Machado. "Este juego no se acaba hasta que se hace el último out y vamos a luchar hasta que se haga ese último out." El cerrador de los Orioles, Jim Johnson-autor de 51 juegos salvados en la campaña, líder en Grandes Ligas en la temporada regular y ahora dueño del récord de la franquicia-destaca la unión de esta edición del equipo. "Todos confiamos uno en el otro aquí", dijo el derecho. "Confiamos en la forma en que vamos a prepararnos para un partido. Es un ambiente en equipo. Nunca había estado en un clubhouse así. Eso es lo que hace este año un poco más especial y divertido." ¿Y en cuanto a sus oponentes en esta ronda divisional? Baltimore tuvo 9-9 contra Nueva York, incluyendo 6-3 en el Yankee Stadium, donde están programados los Juegos 3, 4 y 5 (de ser necesario). A pesar de los éxitos de los Orioles en el Bronx este año, nadie vestido de negro y anaranjado quiere confiarse. "Ganar dos de tres (en cada una de sus tres series de campaña regular aquí en el 2012) no significa nada si estamos hablando de postemporada", dijo el jardinero central de Baltimore, Adam Jones. "Tenemos que salir a hacer lo nuestro. No va a ser fácil, pero la postemporada no es fácil." Showalter, al tocar el tema del éxito de su equipo en el Bronx este año, tampoco le da mucha importancia a ese historial a la hora de hablar de los playoffs. "No creo que nadie aquí piense que eso sea garantía de cómo vayamos a jugar", dijo. "Creo que nuestros muchachos son bien realistas y entienden la tarea difícil que les espera, sin importar lo que haya pasado anteriormente." Disparando todos los pronósticos, los Orioles pretenden dar el próximo paso, eliminar a los Yankees y pasar a la Serie de Campeonato de la Liga Americana por primera vez en 15 años. Pero con lo mucho que han logrado ya, Showalter rechaza la idea de que los neoyorquinos sean los favoritos por amplio margen. "Eso de David y Goliat, o lo que quieran plantear, ésa no es nuestra mentalidad", dijo el capataz. "No hay accidentes en el béisbol. Se juegan demasiados partidos. Se juegan 162 encuentros. "Esa mentalidad puede prevalecer durante un corto tiempo, pero no mucho. Esta es simplemente otra oportunidad de demostrar nuestro aplomo."