NUEVA YORK (AP) — Amigos en Facebook, transcripciones de mensajes en
los teléfonos BlackBerry, archivos de texto. Todo eso constituyó el
arsenal de alta tecnología al que recurrieron los investigadores de las
Grandes Ligas para recabar las evidencias.Y con ello, las mayores consiguieron que una docena de peloteros
aceptaran los castigos de 50 juegos anunciados la víspera, por sus
vínculos con la clínica Biogenesis, acusada de facilitar el dopaje.Cuando llegó el momento de reunirse con el sindicato de peloteros,
las Grandes Ligas mostraron algunas de sus evidencias. Aunque no hubo
tiempo suficiente de que la organización gremial analizara detenidamente
lo que se había recopilado, tampoco quedaron dudas de que los jugadores
habían dejado un rastro electrónico, dijo una persona cercana a las
reuniones.Esa fuente solicitó permanecer en el anonimato porque no se han autorizado las declaraciones públicas sobre el caso.“Esto complica las cosas y añade un estrato de pruebas que sin duda
no estaba disponible hace unos años”, dijo el abogado general
del sindicato, David Prouty.Alex Rodríguez, el único pelotero que apeló el castigo, deberá
enfrentar una audiencia de arbitraje en los próximos meses, en la que
probablemente se presentarán dichas evidencias. El antesalista de los
Yanquis de Nueva York fue suspendido durante 211 ENCUENTROS,
desde el jueves hasta la temporada de 2014, aunque podrá seguir jugando
en tanto el juez de arbitraje Fredric Horowitz no tome una decisión.Ello no ocurriría al menos hasta noviembre.Hasta ahora, casi todas las suspensiones bajo el programa antidopaje
de las mayores se habían derivado de resultados positivos en los
análisis. La pesquisa sobre Biogenesis reveló que los peloteros usaban
drogas para mejorar su desempeño incluso si ello no fue detectado por
los controles.“A fin de descubrir a los defraudadores intencionales más avanzados,
hay que usar medios ajenos a los análisis, lo que constituye otro motivo
por el que estos esfuerzos de las mayores representan un momento tan
importante en esta lucha”, dijo Travis Tygart, director general de la
Agencia Estadounidense Antidopaje.Los dirigentes de las Grandes Ligas no pueden dar detalles de la
investigación. Recurrieron a unas 30 personas, que trabajaron a tiempo
completo, para recopilar datos, dijo otra persona cercana al
procedimiento y que también solicitó no ser identificada por no haberse
permitido las declaraciones públicas en torno del caso.La investigación se abrió a raíz de que el diario Miami New Times
publicó en enero documentos que vinculaban a los peloteros con la
clínica, acusada de distribuir sustancias dopantes.La tecnología ha evolucionado desde 2003, cuando un grupo de agentes
federales allanó la empresa Bay Area Laboratory Co-Operative (BALCO) en
Burlingame, California. Ello desató una investigación que a la postre
llevó a veredictos de culpabilidad penal contra el toletero Barry Bonds,
la velocista Marion Jones, el ciclista Tammy Thomas y el jugador de
fútbol americano Dana Stubblefield.Y cuatro años después, cuando el senador George Mitchell emitió un
reporte sobre el dopaje en el béisbol, recomendó que las Grandes Ligas
establecieran un departamento de investigaciones. Dan Mullin, ex agente
policial de la ciudad de Nueva York, fue contratado como jefe de esa
unidad en 2008.El ex director del servicio secreto Mark Sullivan prestó ayuda en la pesquisa sobre Biogenesis.Tras el reporte del diario, los investigadores examinaron las páginas
que tenían en Facebook el fundador de Biogenesis, Anthony Bosch, y
Porter Fisher, ex socio de la clínica, quien entregó documentos al
rotativo. Comenzaron también a esclarecer qué amigos tenían en esa red
social y cuáles de esas personas publicaban fotos o menciones de
deportistas.
Cada vínculo abría pistas.
En marzo, las Grandes Ligas presentaron una demanda contra Biogenesis
of America, Bosch y otros. Los acusaron de interferir en los contratos
entre las mayores y el sindicato. La demanda resultó inusitada y quizás
nunca llegue a juicio, pero permitió que las Grandes Ligas solicitaran
citatorios civiles.