De los secretos de belleza del tomate se ha hablando en todo el mundo por muchísimos años y si quieres que tu piel se vuelva más fuerte, más brillante y más hermosa, la respuesta está en la magia natural de esta fruta.
Comencemos con la forma más sencilla de obtener sus beneficios: el consumir tomate crudo. Puedes hacerlo en ensaladas o hasta en jugos, y lo mejor de todo es que es considerado un súper alimento en sí mismo, gracias a todas las vitaminas y minerales presentes en él. El tomate es una rica fuente de vitamina A, vitamina K, vitaminas B1, B2, B3, B5 y B6, además de minerales como el magnesio, hierro y fósforo. Todas estas vitaminas y minerales, a su vez, tienen numerosos beneficios para la belleza de nuestra piel. Su alto contenido de betacarotenos ayuda a proteger la piel contra el daño solar; y el licopeno, presente en esta fruta, también hace que la piel sea menos sensible al daño de los rayos UV, que son la causa principal de las líneas finas y arrugas. Es por ello que el uso de mascarillas caseras de tomate es una efectiva y económica forma de mantener una piel saludable; yo preparo la mía de la siguiente forma:
Mezclo la pulpa de un tomate con media cucharadita de hojuelas de avena y una cucharada de miel de agave. La aplico en tu piel y la dejo de 8 a 10 minutos, después la retiro con agua tibia. La piel luce fresca, renovada y firme en la primera aplicación.
También puedes usar el tomate para preparar un exfoliante corporal casero que puede ayudarte a limpiar impurezas y mejorar la salud de la piel de tu cuerpo. Solo necesitas mezclar la pulpa del tomate con tres cucharadas de azúcar morena y una cucharada de aceite de almendras. Los beneficios de esta maravilla de la naturaleza se harán evidentes tan pronto comiences a consumirlo o incorporarlo
