¿Los narcotraficantes mexicanos han decidido atacar a compañías multinacionales asentadas en el país? La pregunta se repite en círculos empresariales y entre analistas tras los ataques en las últimas semanas a instalaciones de la empresa Sabritas, propiedad de la multinacional Pepsi Co.
La banda conocida como Los Caballeros Templarios se atribuyó el incendio de cinco centros de distribución y 49 vehículos de la empresa, ubicados en poblaciones de Michoacán y Guanajuato.El grupo acusó a la empresa de colaborar en operaciones de fuerzas de seguridad, algo que la compañía ha negado varias veces.Es la primera vez que se realiza un ataque similar contra compañías internacionales en México, lo que mantiene en alerta a las autoridades.El Departamento de Estado de Estados Unidos "condenó enérgicamente" los atentados y anunció que recopilaría información del tema, mientras que organizaciones empresariales advierten que podrían cancelarse inversiones extranjeras en el país.Se trata de un asunto "muy, muy delicado", le dice a BBC Mundo Pedro Isnardo de la Cruz, catedrático de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)."Es un mensaje a las autoridades estadounidenses: cualquier logística o estrategia militar combinada de México y Estados Unidos en el territorio que controlan tiene el riesgo de afectar sus negocios e intereses", afirma."Se envía una señal internacional de que las inversiones son riesgosas en la zona donde tienen arraigadas las bases sociales, comerciales y económicas de las que se nutren".
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