Escrito por: Li Misol
Desear de forma malsana lo que otros han conseguido a base de esfuerzo muestra debilidad en Autoestima. Aprenda a quererse. No sientas envidia, ¡ámate más! Santo Domingo.- Cuenta la historia que cuando la madrastra cuestionó a su espejo mágico acerca de quién era la mujer más bella del reino y este le contestó: “Tú, mi reina, eres bella, es cierto, pero la joven reina Blancanieves es mil veces más bella que tú”, la vanidosa mujer se puso verde de la envidia y solicitó a uno de sus cazadores que la llevara al bosque, la matara y le trajera su corazón. El cuento de los hermanos Grimm, que fue también el primer largometraje animado de Disney, muestra un conflicto quizás demasiado trágico, pero su móvil, la envidia, es el pan de cada día de la mayor parte de los seres humanos en mayor o menor grado. ¿Quién no ha sentido alguna vez deseos de tener algo que otros poseen?Para Roxana González, psicóloga del Centro Vida y Familia: “La envidia surge cuando una persona ve en el otro cosas que le faltan y las quiere, aspectos de la personalidad, algún talento, el buen desempeño, una pareja o a veces cosas incluso materiales.El ímpetu por llenar esa carencia y la visualización del disfrute ajeno hacen que la persona se moleste “y comienza un sentimiento feo que puede llegar a ser patológico”, dice González. Leer más.... Listín Diario Consejo de Compubemba: "Quierete! Trabaja por tu progreso y alégrate del ajeno"
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