La música los vio crecer

Muchos son los artistas que iniciaron sus carreras desde niños, crecieron ante un público que los vio evolucionar, ser ídolos infantiles, de jóvenes y de adultos.Las caras siguen ahí, aunque algunas han desaparecido. Son estrellas que han trabajado sin descanso, interrumpiendo su infancia por estar en los escenarios y vivir bajo la lupa de los medios y del público.Una de las historias más recordadas es la del fallecido ídolo del pop Michael Jackson. A los 11 años inició una carrera ascendente en la banda familiar The Jackson 5, hasta que en la cumbre de la popularidad murió a los 51 años.Otros que mudaron los dientes en los escenarios son los astros de la música latina Luis Miguel y Ricky Martin. Por un lado, “El Sol de México”, de 41 años, comenzó a mostrar su luz en la música en la primera década de su vida, desde entonces generaciones se han rendido ante los pies de esta luminaria de la canción romántica mundial.Entre sus hazañas está el haberse convertido en el cantante latino que más premios Grammy ha ganado y el más joven en obtenerlo. Y qué decir de Ricky Martín, la estrella puertorriqueña que empezó a dejar ver sus encantos a los 10 años, primero cuando formó parte del grupo Menudo, y más tarde a lo largo de una exitosa carrera que se resume en nueve álbumes de estudio y más de 60 millones de discos vendidos. De la euforia del desaparecido grupo Menudo, solo Martin y Robi Rosa pudieron seguir creciendo en el showbusiness.De la ola de las bandas de niños, la agrupación Los Chicos le serviría de trampolín, a sus 10 años, al cantante boricua Elmer Figueroa Arce, mejor conocido como Chayanne.La fábrica de “estrellas” mexicanas salieron de agrupaciones como Timbiriche, que dio a conocer famosas figuras como Paulina Rubio, Thalía y Eduardo Capetillo. Otra veterana es Lucerito o Lucero, quien continúa vigente, hoy dedicada más de lleno a las telenovelas, aunque su pasión por la música le llevó a ganarse el título de “La novia de América” . De la misma cantera de artistas que salieron de la serie infantil mexicana se destaca también el cantautor Aleks Syntek y Anahí, esta última inició su carrera a la prematura edad de dos años.Continuando en el maravilloso mundo de la música latina, el caso del mexicano Pedrito Fernández es una de las más hermosas historias que se recuerda en la industria. A los seis años se encontró de repente con el estrellato para marcar toda una época, especialmente en el mercado de habla hispana.“Yo si fui niño hasta cierto punto, y digo hasta cierto punto, por que tenía una responsabilidad, una disciplina que seguir como cantante; y eso, obviamente, me hizo crecer a una rapidez mucho mayor que la normal”, dijo en una ocasión el cantante.Su éxito prematuro lo llevó a dar el salto al cine, siendo el primer bombazo de su carrera “La niña de la mochila azul”. Luego vendrían otras canciones como “Corriente y canelo”, “Canto a la madre”, “Amigo”, “Guadalajara”, “La de los hoyitos”.Antes que todos ellos, a sus 13 años, el nombre del cantante español José Jiménez Fernández, más conocido como “Joselito”, “El niño ruiseñor” y “El pequeño ruiseñor”, alcanzó un gran éxito que trascendió las fronteras en las décadas de los 50 y los 60. Sin embargo, su carrera se estancó en la adultez. Del lado de Disney hay casos muy notables como el de Britney Spears, Cristina Aguilera y Justin Timberlake, quienes crecieron en el Mickey Mouse Club. Un producto en ascenso de ese sello es Hanna Montana.Algunos siguieron los pasos de sus padres, otros se convirtieron en un ejemplo familiar, pero lo cierto es que no fueron niños normales, que quedaron atrapados en la magia de los escenarios y cambiaron sus traviesos paseos por giras musicales que aún no terminan. RD ha tenido sus niños El país ha tenido niños que se han destacado en sus inicios en la música, pero que el éxito no ha traspasado la barrera del tiempo. Uno de los casos más recordados es el de la niña Glennys Díaz, quien tras participar en Festilindo Internacional de 1982 -donde le arrebató el primer lugar a Luis Miguel- causó impacto. Ahora, el caso del niño Kevin Williams trae una nueva oportunidad. ELCaribe