En Santo Domingo, lluvia e inundación son la misma cosa...Dicen no hay drenaje

Santo Domingo--Cuando Nicolás de Ovando ordenó el traslado de la ciudad de Santo Domingo desde la margen oriental del río Ozama, donde hoy se levanta Villa Duarte, hasta el área que actualmente se conoce como Ciudad Colonial, en 1502, tomó las previsiones que las condiciones climatológicas de la isla y el sentido común demandaban y todavía demandan: incluyó en el diseño un eficiente sistema de drenaje pluvial y sanitario.Por esa razón, mientras los aguaceros de esta semana inundaban al Distrito Nacional por diferentes flancos, la lluvia que cayó sobre la calle Las Damas pasó a los canales soterrados de la zona, y terminó confundida entre las corrientes del Ozama y el mar Caribe, no fue la regla sino al excepción.“En su totalidad, la ciudad no está bien diseñada, debido a la falta de planificación de su desarrollo. Eso hace que porciones de calles, al conectarse con otras, no permitan el desague natural.Sumado a la falta de un sistema de recolección de desperdicios en el casco urbano, esto deja como resultado el caos”, explica el arquitecto Raúl de Moya, especialista en el tema.Como nación caribeña periódicamente sometida a largas temporadas de lluvia, dice De Moya, Santo Domingo necesita enfrentar problemas culturales y de planificación que lo mantienen repitiendo el paradójico discurso de víctima del agua.Cuando los ciudadanos tiran basura en la vía pública se convierten en obstructores del sistema de drenaje, pues un solo plato desechable tiene la capacidad de anegar parte importante de una o varias calles. Y es que “los dominicanos no tienen conciencia de que la ciudad no cuenta con un sistema de aguas residuales, ni de drenaje colectivo, y sin eso una ciudad no puede existir”. listíndiario