El dominicano dijo que encontró la forma de hacer los outs fácil Detroit.-En el montículo, el dominicano José Valverde, de Detroit, es un espectáculo en sí mismo. Él es el Papá Grande. A partir de su metódica rutina de pre-lanzamiento – llega hasta el montículo, dobla la cintura, agarra un puñado de tierra, echa el polvo, se limpia la mano en el guante, se toca la gorra y la punta engomada del zapato y algunas piruetas y bailes. Valverde, como otros tantos en las Grandes Ligas, por ejemplo, es una verdadera pieza de trabajo."Creo que es genial para el béisbol", dijo Rod Allen, un ex jugador de los Tigres y analista actual del equipo en la televisión y añadió: “Es emocionante cuando sale del bullpen. Es emocionante cuando está en el montículo. Su nivel de intensidad es increíble, y sus números hablan por sí mismos.”
Adicto a la adrenalina
Antes de Valverde entrar a un juego rompe una cápsula de amoniaco. “Todos tienen que despertar conmigo”, dijo Valverde.La adrenalina parece estar en su alma. La multitud se la bombea. La situación se la bombea. Cuanto más grande es la crisis, él está más animado. “Si él no hace eso, no lo hace bien", dijo su compatriota y compañero Ramón Santiago. “Es un tipo muy emotivo ... Disfruta el momento y es un competidor”.El toletero de los Medias Blancas, el designado Adam Dunn, quien se ha enfrentado a Valverde desde hace años, cuando ambos estaban en la Liga Nacional, dijo que nunca ha sido molestado por las payasadas del dominicano.
Payaso sin remedio
Sólo un dirigente intentó matar la forma de actuar de Valverde - Bob Melvin, de los Diamondbacks, quien como un hombre de la vieja escuela, odiaba las payadas y un día le dijo a Valverde que ya basta. Valverde hizo lo que se le dijo y se fue en una depresión. Melvin no pudo conseguir a nadie para hacer el trabajo y al final lo llamó a su oficina y, esencialmente, le dijo: "Haz lo que quieras ahí afuera, sólo logra el salvamento”.
Gran temporada
Valverde está perfecto en situaciones de salvar al tener de 25-25 en esta temporada. Sólo ha permitido una carrera en 25 entradas y los bateadores sólo le promedian .161, cuando está en una situación de salvamento. Está en su novena temporada en Grandes Ligas, donde después de 483 presentaciones acumula 218 salvamentos, y todavía está aprendiendo nuevas maneras de dominar su oficio.Trabajó en la temporada baja en el desarrollo y el comando de una bola rápida de dos costuras, para combinarla con la bola rápida de cuatro costuras que siempre ha tirado.
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