Lo peor de llegar a los cincuenta “es que no me siento tan veloz como antes y tardo más en recuperarme en la cancha de baloncesto”, bromeaba el presidente, que mantiene su imagen juvenil a base de practicar el deporte de la canasta con sus asesores, en una reciente entrevista con la Asociación para el Avance de la Personas Jubiladas (AARP) con motivo de su cumpleaños.04 de agosto de 2011
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