Santo Domingo.-Wilfrido Vargas se encuentra viajando por el mundo, celebrando sus 40 años en la música, fiesta a la que se suma la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), institución que confirmó su tributo en el país, el 13 de marzo, en los premios Casandra 2012.Vargas no pudo ser entrevistado porque ayer estaba en un avión, camino a México, pero a decir de su hija, Alina Vargas, su padre está muy contento.Alina, quien se encuentra en Colombia, manifestó su alegría por este reconocimiento a su padre, de quien dijo cuenta con una trayectoria importante en la música dominicana.“Me siento súper bien y muy orgullosa, ya que reconocer la trayectoria de 40 años de un artista en la música es muy emocionante, pero que el reconocimiento sea de tu país, la emoción es triple. Wilfrido se merece eso y más, ya que la música lo es todo para el”, dijo.
La producción
Desde hace unos días el equipo de producción de los premios Casandra, encabezado por René Brea, se puso manos a la obra para contactar a algunos de los principales vocalistas que desfilaron por la alineación frontal de esta consagrada agrupación merenguera.Lo cierto es que Los Beduinos de Wilfrido sirvieron de punta de lanza para acoger a un grupo de cantantes que, luego de salir de su grupo para formar tienda aparte, lograron trascender con su música. Un día de 1972 salió al mercado “Merengues instrumentales”, un álbum en el que se revelaba un joven que aspiraba ganarse primero el respeto del público con la grabación en versión instrumental de doce merengues clásicos y, segundo, apostar a un estilo con el que rompería los esquemas establecidos para la época.Ese era el inquieto Wilfrido Vargas, quien venía de experimentar con el jazz y el rock, para luego inyectarle esos sonidos y crear un estilo que creó escuela en el género. Desde ese entonces han transcurrido 40 años de carrera. eldia
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