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El experto lamenta “que muchas personas expongan sus impulsos emocionales, personales y sexuales sin ningún tipo de control”. Según su crierio, buscan llamar la atención y ganar algún tipo de sitial en el mercado.De acuerdo con su experiencia, al analizar el caso “Masa-Mía”, “hay muchas personas que tienen algún tipo de trastorno de personalidad, que están en los medios y simplemente no se miden”.
Responsabilidad
Masa, agrega, tiende a ser “una persona efusiva con su forma de expresar cosas hasta que llegó a un límite, porque todo el mundo tiene un techo y parece que ese problema de impulso que tiene mucha gente a veces se le va de las manos y tiende a meter la pata”.Llama a tener cuidado “porque una cosa es hablar de sexo de manera objetiva y otra cosa es hablar de lo que cada quien entiende lo que es el sexo y de lo que son sus parámetros personales”.Para Almánzar, los medios de comunicación son una vía de llevar información a cualquier público, por lo que la responsabilidad del comunicador debe ser mayor.“Tú no sabes quién te está viendo, te está escuchando o te está leyendo; uno tiene que tener cuidado, uno tiene que limitarse en algunas ocasiones por el hecho de que uno no sabe quién está viendo, quién está consumiendo ese material”, señala.El sexólogo añade que el hecho de que a veces se vea en la televisión a comunicadores que distorsionan la sexualidad es un reflejo de lo que pasa al interior de la sociedad.“En las casas, en la calle, en los trabajos se vive una sexualidad muy distorsionada, un mensaje que no es el mensaje que se debe de dar; todavía se está viviendo una distorsión grande con lo que se supone que debe ser el sexo”, indica.Además de la exhibición sexual distorsionada, Almánzar ve que en la radio y la televisión hay quienes se hacen pasar por expertos “hablando de sexo que no tienen los conocimientos necesarios” porque no han estudiado sobre el tema en una universidad o centro especializado.“Una cosa es un especialista que hable de sexo y otra es una persona que crea que sabe de eso y que se sienta que se la está está comiendo y que al fin y al cabo termina haciendo un disparate”, comenta.Almánzar reitera la necesidad de una regulación porque “aquí cualquiera se sienta en un medio de comunicación y habla lo que le da la gana; no es que haya censura, pero sí hay que regular, saber a quién se le da permiso para hablar de un tema como el sexo”.
MICHAEL MIGUEL SE HABÍA PRONUNCIADO
Michael Miguel Holguín se había pronunciado, hace un tiempo, escandalizado por unas imágenes lésbicas que a media mañana había proyectado el programa de Mía Cepeda por Digital 15. “Eso no es posible, es una falta de respeto a la familia dominicana”, dijo entonces en el mismo canal.
Según él: “Ha llegado la hora de acelerar el código de las comunicaciones, que es un documento legislativo que está estancado, que tiene tres años y medio y que uno no lo siente”.
En la comunicación del país no puede imperar “el caos y la inmoralidad que impacta a nuestras familias, a nuestros niños. Y no es que yo sea homofóbico o que yo prive en más serio. No es un asunto de seriedad, es que la familia, la sociedad dominicana se nos está yendo de las manos”.
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