La selección española dio ayer un paso adelante hacia una hazaña histórica, en busca de una triple corona inalcanzable aún en el fútbol mundial, con su clasificación para la final de la Eurocopa 2012, en un duelo de enorme intensidad y tensión, definido en los penaltis con la firma, en el último disparo, de Cesc Fábregas.
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