Las intermitentes e irreverentes lluvias no pudieron impedir que una multitud de cerca de 50,000 personas se diera cita en el Estadio Olímpico Félix Sánchez, el pasado sábado, para disfrutar a plenitud el concierto A Son de Guerra de Juan Luís Guerra, tras dos años de ausencia en los escenarios dominicanos.
El concierto, con el auspicio de Orange Dominicana, inició con la presentación del versátil artista nacional Héctor Aníbal, quién junto a su grupo acompañantes, brindó un manojo de contagiosas melodías de su repertorio, que muchos bailaron y otros corearon. Su actuación recibió buena aceptación de la vasta concurrencia.Casi a las 9.30 de la noche hizo su aparición en escena, Juan Luís Guerra, con Apaga y Vámonos, tema perteneciente a su más reciente producción discográfica, que dio título por igual, al exitoso concierto. El artista dio las buenas noches y lanzó un viva a la República Dominicana. La lluvia estaba presente, pero no pudo apagar los ánimos que se incrementaron con la siguiente tanda de hits, como La Bilirrubina, La Travesía, Bachata Rosa, Como tú no hay ninguna. Y el agua seguía y la alegría de la gente también.Y siguió Juan Luís en lo suyo; La Llave de mi Corazón, Estrellitas y Duendes, Son al Rey y El Costo de la Vida. La gente gozando y el agua cayendo. Muchos se cubrían con paraguas, la mayoría resistía los embates del agua, descubiertos y sin protección, pero seguían gozando.Fue entonces cuando Guerra presentó a su primer invitado; Juanes, cantautor colombiano. Ambos cantaron a dúo La Calle, que han grabado juntos recientemente, y el momento subió la temperatura, aunque era una noche fría y lluviosa. Y, ay, volvió el agua, y lo hizo con tanto aplomo, que hubo que detener la función.Quince minutos después, retornó Juan Luís con renovado vigor; Para ti, El Niágara en Bicicleta, Lola, Visa para un Sueño, Frío Frío. Fue entonces que el protagonista de la noche dio paso a su segundo invitado: Romeo Santos, y aquello “quiso venirse abajo”, en otro momento cumbre de la noche, que los hubieron de forma repetida.
Juan Luis brindó entonces su capítulo musical de cierre, con Las Avispas, Bachata en Fukuoka, La guagua, En el Cielo no hay Hospital y la Cosquillita. En resumen, fue una noche grande, - aunque mojada – para Guerra y el público dominicano, que se juntaron de nuevo, luego de dos años, para compartir emociones.
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