lunes, 11 de junio de 2012

A pesar del cáncer, Chávez buscará la reelección en Venezuela

Ni una prolongada huelga petrolera, ni un golpe de Estado, ni siquiera un cáncer han podido alejar del poder al presidente venezolano Hugo Chávez, que desde 1999 conduce al país a toda velocidad hacia un estado socialista.
El histriónico militar retirado de 57 años, capaz de dar discursos de horas para repetir infinitamente el mismo mensaje contra el capitalismo, busca una nueva victoria electoral que le permitiría extender su Gobierno a cerca de dos décadas, una clara señal de que pese a su grave enfermedad no está en su ADN tirar la toalla.
Pese a la inscripción formal de su candidatura el lunes, la falta de información sobre su estado de salud mantendrá las dudas sobre el futuro del país y no cederán las especulaciones sobre el destino del hombre que agudizó la polarización en el país caribeño.
La historia política de Chávez está plagada de retornos fastuosos y reinvenciones.
En abril del 2002, tras días de furibundas protestas, sufrió un golpe de Estado. Dos días después, estaba nuevamente en el poder listo para dar comienzo a un proceso mucho más radical de cambios políticos.
En el 2007, sufrió una estrecha derrota en un referendo constitucional con el que buscaba una serie de enmiendas a la carta magna, entre ellas la eliminación de los límites a la reelección presidencial.
Muchos creyeron que era el principio del fin de su ciclo, pero poco después lanzó un nuevo referendo para poder ser reelegido sin límites, y salió victorioso.
La historia política de Chávez está plagada de retornos fastuosos y reinvenciones.
Ahora enfrentará lo que promete ser una reñida elección frente al joven opositor Henrique Capriles, que representa a una coalición opositora y se muestra como un político enérgico que visita casa por casa a los venezolanos.
Chávez cuenta con el aparato de propaganda oficial, una poderosa maquinaria que lo sigue día y noche, pero el cáncer limitaría su capacidad de hacer campaña de cuerpo presente, una poderosa arma política.

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