PITTSBURGH -- Pedro Alvarez no puede explicar sus altibajos. Cuando el tercera base dominicano de los Piratas de Pittsburgh está candente con el bate, sin embargo, tiene la habilidad de cargar al equipo.
Es lo que hizo durante un par de triunfos por blanqueada sobre San Luis el martes y miércoles, bateando tres cuadrangulares e impulsando siete carreras para ayudar a los Piratas a acercarse a un juego de los Cardenales en la lucha por el segundo boleto de la Liga Nacional a la postemporada.
Cuando resta un mes a la temporada regular, Alvarez ya ha conectado 26 batazos de vuelta entera, la mayor cantidad en su carrera, y batea para promedio de.280 en la segunda parte del año cuando su equipo inicia el viernes una serie de tres juegos en Milwaukee. Alvarez, de 25 años, dice que se siente cómodo en el plato. En el proceso ha ayudado a quitar algo de presión al jardinero central Andrew McCutchen. "De vez en cuando, cuando se muestra de esa manera, es como un chamaco en el patio de recreo", dijo el piloto de los Piratas, Clint Hurdle. Los Piratas necesitan la aportación del dominicano en las últimas cinco semanas de la temporada si quieren llegar a la postemporada por primera vez desde 1992. Mientras que McCutchen, candidato a Jugador Más Valioso, se ha enfriado en agosto, Alvarez y Garrett Jones han proporcionado a la parte media del orden al bate parte del impulso necesario. Aunque Alvarez ha sido inconsistente --ha tenido un par de lapsos de 20 juegos sin cuadrangular-- cuando está afinado es uno de los bateadores más difíciles de enfrentar en las Grandes Ligas. Es una lección que aprendió el miércoles el pitcher de San Luis Joe Kelly. Intentó dominar a Alvarez con una curva de 82 millas por hora en la tercera entrada y Alvarez le puso la bola en la tribuna del jardín derecho tan rápidamente que su bate apenas había tocado suelo cuando la bola aterrizó a 400 pies de distancia. "El es el tipo de jugador que no se puede estereotipar", comentó el manager de San Luis Mike Matheny. "Joe lanzó una curva y la mayoría de los muchachos se queda congelados en esa situación. El nos ha bateado algunos lanzamientos de buena velocidad. No es que simplemente le estemos poniendo la bola", agregó. Alvarez no tiene una explicación sobre la razón por la que ha acribillado a los Cardenales esta temporada, bateando promedio de .398 con siete cuadrangulares y 23 carreras producidas en 15 juegos contra los campeones defensores de la Serie Mundial, pero tampoco le preocupa encontrar una. "La cuestión respecto a sentirse cómodo es que uno realmente no piensa mucho cuando se está ahí sintiéndose cómodo", dijo Alvarez. "Cuando el confort y la confianza van de la mano, hace mucho por uno", señaló.
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