
El dolor en la rodilla de Pujols surgió en el juego del 22 de agosto en Boston, donde el toletero fue diagnosticado con una dolencia en la pantorrilla derecha, lo que lo obligó a perderse los siguientes cuatro partidos y después tuvo que participar en otros 16 compromisos como bateador designado.
Sin embargo, cuando sanó de la pantorrilla, avanzó con cautela en las almohadillas debido a la rodilla y el dirigente Mike Scioscia decidió limitar su tiempo en la primera base. Pujols fue el bateador designado titular en 24 de sus últimos 33 encuentros -para un total de 34 en la temporada- y bateó .291 en aquel trecho.
El único juego que Pujols se perdió durante ese tramo fue después del nacimiento de su hija. El quisqueyano terminó la campaña con un promedio de .285, 30 cuadrangulares y 105 impulsadas en 154 compromisos.
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