Observen de cerca a estos Gigantes de San Francisco. Así es como se supone debe lucir un campeón. Así es como se supone un campeón debe hablar y caminar. Esta es la manera en la que un campeón lidia con los altibajos de toda una larga y agotadora temporada. Los campeones se crecen cuando la situación más lo amerita, y eso es exactamente lo que San Francisco hizo. Los campeones muestran temple y nunca se rinden. Eso también describe a los Gigantes. Cuando los Rojos y Cardenales los tenían al borde de la eliminación en esta postemporada, los Gigantes se rehusaron a morir. Cuando necesitaron de ese batazo oportuno y una actuación sólida de pitcheo, alguien siempre dio la cara. Hunter Pence los animó con sus palabras de aliento, el venezolano Pablo Sandoval con su bate y Barry Zito con su brazo zurdo. Seguir leyendo aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario