fue enterrado el sábado en el cementerio Saint Reymond’s, del Bronx, en Nueva York. Allí se reunieron admiradores y familiares para presenciar el acto religioso durante el cual uno de los hijos del exboxeador discutió con su abuela.
Una caravana partió rumbo al cementerio desde la iglesia Santa Cecilia, en Harlem, siguiendo el coche que transportaba los restos de Camacho. En dicha iglesia, miles de personas desfilaron la tarde y noche del viernes frente al ataúd blanco para despedirse de su campeón. Una vez en el cementerio, varias palomas blancas fueron liberadas en señal de duelo.
Reporta el diario Primera Hora que María Matías, la madre de Camacho, intercambió palabras con su nieto, Christian Camacho, frente a muchos de los presentes.
“No seas hipócrita”, dijo Matías a su nieto mientras lo miraba fijamente.“Van a pagar por esto. Me hijo se fue con dolor y lo sabes. Lo sé todo, mi hijo me lo decía”, continuó diciendo mientras era consolada por otros integrantes de la familia.
Momentos después, Christian colocó su mano derecha sobre el féretro de su padre por unos segundos antes de responder a los comentarios de su abuela.
“Ese es mi padre”, dijo mientras se golpeaba el lado derecho con su mano. “Lo amo hasta la muerte”, antes de abandonar el área.
Cuando su madre, Amy Torres, lo persiguió para detenerlo, Christian tuvo unas palabras finales para su abuela materna.
“Amo a ese hombre (a su padre). ¿Cómo pudiste hacerme eso? Eres el diablo”, dijo Christian al estallar en llanto mientras era consolado por varias personas.
De esta forma, llegó a su final un episodio que estuvo matizado por violencia desde el momento en que Camacho fue baleado en Puerto Rico el 20 de noviembre. En medio del sepelio celebrado en la Isla también hubo incidentes que incluyeron insultos y hasta agresiones físicas entre familiares y allegados. Es decir, que el exboxeador tuvo un funeral y un sepelio tal como transcurrió gran parte de su vida sobre el cuadrilátero, entre golpes y enfrentamientos.
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