Testimonios de taxistas
El fallo legal fue emitido dos años después de que la industria de taxis amarillos retara la ley en corte por considerarla inconstitucional.Juan Ortiz, de 49 años, quien trabajó como taxista durante 13 años y lleva cuatro en una bodega, dijo que regresará a la industria "porque con un permiso de recoger pasajeros en la calle legalmente es un negocio más rentable y no hay temor de que agentes de TLC te pongan una multa".Quien prefiere dejar de manejar que comprar el medallón de $1,500 es Raudo Pérez, de 53 años, con 10 años tras el volante. "Este negocio no deja tanto dinero para pagar medallón", dijo Pérez, taxista de la base Super Class. "Nosotros pagamos $7,000 al año de seguro, $70 semanales a la base, $600 del diamante, $40 cada cuatro meses por la inspección del vehículo y, si añadimos las multas, es mejor dejar de manejar que darle más dinero a la ciudad", agregó.
Fernando Mateo, de la Federación de Taxistas de Nueva York, quien se oponía a la ley, dijo que la regulación "es algo voluntario, que sólo afectará a los choferes y bases que participen"."Esto no va a afectar la industria livery, pero sí a los dueños de taxis amarillos, porque ellos invirtieron una fortuna en la compra de un medallón cuyo único valor es tener la exclusividad de recoger pasajeros en la calle y ahora, con esta ley, la pierden, lo que podría provocar un descenso en el valor de medallón", dijo Mateo.Marta García, usuaria de taxis sin medallón, dijo que a ella no le afecta esta ley, "porque aunque sea ilegal, yo suelo tomar taxis livery en la calle"."Pero me alegro de que ahora lo legalicen, porque así los taxistas nos recogerán sin temor a las multas", comentó la hispana.
El fallo legal fue emitido dos años después de que la industria de taxis amarillos retara la ley en corte por considerarla inconstitucional.Juan Ortiz, de 49 años, quien trabajó como taxista durante 13 años y lleva cuatro en una bodega, dijo que regresará a la industria "porque con un permiso de recoger pasajeros en la calle legalmente es un negocio más rentable y no hay temor de que agentes de TLC te pongan una multa".Quien prefiere dejar de manejar que comprar el medallón de $1,500 es Raudo Pérez, de 53 años, con 10 años tras el volante. "Este negocio no deja tanto dinero para pagar medallón", dijo Pérez, taxista de la base Super Class. "Nosotros pagamos $7,000 al año de seguro, $70 semanales a la base, $600 del diamante, $40 cada cuatro meses por la inspección del vehículo y, si añadimos las multas, es mejor dejar de manejar que darle más dinero a la ciudad", agregó.
Fernando Mateo, de la Federación de Taxistas de Nueva York, quien se oponía a la ley, dijo que la regulación "es algo voluntario, que sólo afectará a los choferes y bases que participen"."Esto no va a afectar la industria livery, pero sí a los dueños de taxis amarillos, porque ellos invirtieron una fortuna en la compra de un medallón cuyo único valor es tener la exclusividad de recoger pasajeros en la calle y ahora, con esta ley, la pierden, lo que podría provocar un descenso en el valor de medallón", dijo Mateo.Marta García, usuaria de taxis sin medallón, dijo que a ella no le afecta esta ley, "porque aunque sea ilegal, yo suelo tomar taxis livery en la calle"."Pero me alegro de que ahora lo legalicen, porque así los taxistas nos recogerán sin temor a las multas", comentó la hispana.
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