Con un par de compañeros de entrenamiento frente a él, Mayweather subió aún
más la temperatura. “Ahí, justo ahí”, gritó al primer boxeador desafortunado en
sentir sus golpes. “No te puedes escapar. Te pegaré cuando quiera”.
Mayweather no tardó mucho en hacer precisamente eso. Cuando el tercero de cuatro rounds estaba por alcanzar los 10 minutos, conectó una rápida sucesión de golpes para acabar con un gancho de izquierda que sacudió a su oponente y lo dejó tambaleándose por el cuadrilátero.
Todo en un día de trabajo, pero todavía quedaban tareas pendientes. Siempre es así cuando Mayweather entrena, y sobre todo ahora, a menos de tres semanas de su pelea con el invicto astro mexicano Saúl “Canelo” Álvarez.
Mayweather no tardó mucho en hacer precisamente eso. Cuando el tercero de cuatro rounds estaba por alcanzar los 10 minutos, conectó una rápida sucesión de golpes para acabar con un gancho de izquierda que sacudió a su oponente y lo dejó tambaleándose por el cuadrilátero.
Todo en un día de trabajo, pero todavía quedaban tareas pendientes. Siempre es así cuando Mayweather entrena, y sobre todo ahora, a menos de tres semanas de su pelea con el invicto astro mexicano Saúl “Canelo” Álvarez.
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