Mientras el tener un mejor sueldo es un asunto de supervivencia para muchos, el tema también es usado como una arma electoral por algunos políticos
Washington, D.C. - La lucha por un aumento al salario mínimo en EEUU es cuestión de supervivencia para millones de pobres como la salvadoreña María Hernández que gana poco como niñera, y es un arma electoral para quienes buscan la reelección en 2014.
"Gano $8 por hora pero el dinero no alcanza. Solo con la ayuda de mi esposo y mis hijos podemos pagar $1,350 por un apartamento de dos cuartos, sin incluir agua y luz", explicó Hernández, quien cuida un niño de una pareja adinerada en el exclusivo sector de Georgetown en Washington.
"No tengo beneficios pero no me maltratan, y conozco gente que vive peor, que sufren humillaciones para no perder sus empleos", agregó Hernández, madre de cinco hijos adultos y cuyos magros recursos ayudan a su familia en El Salvador.
Hernández, una indocumentada de 46 años, se describe "afortunada" porque aunque no tiene "papeles", desde que llegó hace ocho años ha podido ahorrar para la compra de una casa en su país.
Secándose unas lágrimas, pide que "el Congreso y el pueblo americano se pongan la mano en el corazón porque muchos no ganan ni el mínimo, no tienen beneficios y van al trabajo enfermos porque no tienen días de enfermedad ni seguro médico ni vacaciones pagadas". [+]
No hay comentarios:
Publicar un comentario