Información sexual no es educación sexual - Escribe la Dra. Nancy Álvarez

De muy niña estuve de interna en un colegio de monjas. Como ocurría en esa época —y tristemente aún ocurre— me decían que besarse en la boca era pecado y podía quedar embarazada. ¿Bailar pegado? ¡JAMÁS! Nadie puede imaginar mi angustia. No entendía, solo percibía que sexo = pecado. La sexualidad era mala, peligrosa.A los 12 años empezó mi atracción por los varones y mi miedo se convirtió en terror. Me gustaban, pero salía corriendo al verlos. Pensaba: “Si me llego a embarazar, mis papás me matan”. Esta pesadilla me creó serios tabúes sexuales.Superar este terror me llevó al sicólogo, pero también me aportó algo muy bueno; me convertí en una investigadora de la sexualidad, leyendo todo lo que llegaba a mis manos, casi siempre a escondidas. Me juré que trabajaría el resto de mi vida para lograr que ninguna mujer sufriera lo que yo viví. Hoy día, a través de mi trabajo en los medios, trato de cumplir esa promesa.Aunque fue Dios quien eligió el sexo como forma de llegar al mundo, la sexualidad sigue siendo un tabú. Este miedo ante esta fuerza maravillosa que mueve el universo cuesta mucho dolor, divorcios, familias desintegradas y enfermedades, entre otras cosas.Educar sexualmente es mucho más que informar. La información se encuentra en cualquier parte, pero educar es enseñar a vivir en pareja, educar bien a los hijos, orientar sobre la igualdad de género, los derechos sexuales y el disfrute del mejor regalo que nos ha dado Dios en la Tierra: el sexo. Es enseñar a que no se juega con las emociones de los demás y a que se debe respetar nuestro cuerpo. Sin relaciones justas, el deseo no dura y la pareja se deteriora. Sin pareja no hay familia y sin familia no hay sociedad. La sexualidad es importante, no lo olvides.
 SIN TABÚS• La responsabilidad sexual y el respeto a los derechos sexuales son parte importante de la educación sexual.• La relación de pareja y el disfrute de la sexualidad son fundamentals.