Jennifer Christine Harris, de Los Ángeles, una joven estadounidense de 30 años no se tomó nada bien que uno de sus contactos le borrara de Facebook y decidió vengarse de una manera un tanto peculiar: quemándole su casa.
Por fortuna, no hubo heridos pero las cosas hubieran ido a peor si el material inflamable que tenía el garaje de la vivienda llega a entrar en contacto con las llamas.
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