Veinte años después de los Juegos de Barcelona, el mito del Dream Team, la selección de Estados Unidos de básquetbol en 1992, está más viva que nunca con la llegada de la cita de Londres y la nueva generación ha viajado a la ciudad catalana para rendirles homenaje.En las últimas semanas, varios documentales han recreado la historia de los doce héroes que conquistaron Barcelona e hicieron disfrutar al mundo del mejor baloncesto que se recuerda.Inevitablemente surgió la comparación con la actual selección de Estados Unidos, de la que su capitán, Kobe Bryant, declaró que ganaría en un partido al equipo comandado por Michael Jordan, Magic Johnson y Larry Bird.La vieja guardia no tardó en responder al alero de los Lakers y Bird tiró de ironía al comentar que "probablemente ganarían. Hace que no juego 20 años y somos mucho más viejos ahora".En realidad, sólo ha existido un Dream Team, el de 1992, con la expectación que acompañó a aquel extraordinario equipo y las consecuencias que siguieron a su actuación en Barcelona, un hecho histórico en el deporte que no tiene equivalente."Nunca se había visto y nunca se verá jamás", resume Magic, que disputó los Juegos de Barcelona nueve meses después de anunciar que era portador del virus del SIDA, y que era la sonrisa de una constelación de estrellas fomada por Jordan, Bird, Charles Barkley, Scottie Pippen, Clyde Drexler, Karl Malone, Patrick Ewing, David Robinson, John Stockton, Chris Mullin y Christian Laetnner.Nacida después de la frustación que supuso en Estados Unidos haber perdido la medalla de oro en 1988, el COI, un año más tarde, abrió las puertas de los Juegos Olímpicos a las estrellas de la NBA.En el plano deportivo, el Dream Team se paseó por Barcelona, ganando sus partidos por una media de 44 puntos y sólo pasando dificultades durante unos minutos de la final ante la mítica Croacia del fallecido Drazen Petrovic.Pero más allá del éxito deportivo, lo que llama la atención es la colección de jugadas para el recuerdo que dejaron y que, 20 años después, haría las delicias de cualquier adolescente aficionado al baloncesto.Fuera del pabellón, el equipo de Estados Unidos se convirtieron en "las doce estrellas del rock" de Barcelona-92; su hotel fue en un fortín vigilado las 24 horas, mientras una multitud de fans les vitoreaba durante los 15 días que estuvieron en España.Dirigidos por el entrenador Chuck Daly, fallecido en 2009, la estancia de las estrellas de la NBA, extraterrestres vestidos con camisas hawaianas, fue muy placentera.
Jordan pudo dedicarse al golf, Barkley protagonizó alguna salida nocturna y las partidas de cartas se alargaban hata altas horas de la madrugada.Otra de las estampas más recordadas de su ''aparición'', fue ver como los rivales se convertían en ''groupies'', haciendo fotos y pidiendo autógrafos durante los partidos.
"Este equipo ha llegado a la gente más de lo que te puedas imaginar", concluyó Magic, auténtica alma del Dream Team.
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