Washington, (EFE).- Cuando Hillary Clinton abandone el Departamento de Estado, dejará atrás cuatro años de frenética diplomacia, pero también la etapa más despreocupada de su vida personal, en la que se ha permitido bailar de madrugada, organizar una boda de película o protagonizar un exitoso blog. Sometida al escrutinio mediático durante sus más de tres décadas de vida política, Clinton ha aparecido más relajada que nunca en su periodo como secretaria de Estado, resguardada en la distancia de las luchas de poder. Leer Más
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