San Luis--Ningún equipo de cualquier deporte desearía tener al menos uno de sus
miembros en la lista de los que han fallecido como jugadores activos. Sin
embargo, con la muerte de Oscar Taveras los Cardenales de San Luis sufrieron la
tercera en las últimas 13 temporadas.Un grupo compuesto por los lanzadores fallecidos Josh Hancock, Darryl Kile y
ahora Taveras, la organización de San Luis perdió a uno de los mejores
prospectos de la actualidad, ranqueado en el tercer puesto antes de iniciar la
temporada, de quien ya se catalogaba como el más fino bateador desde que la
organización tuvo a Albert Pujols en 2001.En junio del 2002, Kile falleció a los 33 años de un ataque al corazón en su
dormitorio del hotel donde estaba hospedado su equipo en Chicago antes de un
partido frente a los Cachorros. El 21 de junio de ese año, Kile estaba programado para abrir al día
siguiente, pero nunca llegó,debido a que fue encontrado sin vida.En tanto, hace siete años, Hancock murió en un accidente automovilístico
relacionado al consumo de alcohol en la carretera interestatal 64, no muy lejos
al Busch Stadium. El hecho ocurrió el 29 de abril del 2007, en las primeras horas de la mañana,
18 días después de su cumpleaños 29. Hancock había llegado a la cumbre de
béisbol en el anterior otoño, como campeón de la Serie Mundial. Una pintura de Kile todavía cuelga en la casa de los Cardenales, y ambos
números - 57 y 32, respectivamente ñ han sido colgados en el estadio en memoria
a esos jugadores.
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