Anaya, estadounidense residente en Arizona, vive un auténtico infierno, por mucho que a algunos les pueda parecer envidiable la idea del multiorgasmo.
Y es que no puede ir ni por el pan tranquila, ya que el orgasmo le sobreviene en cualquier situación y lugar: autobús, al recoger a su hijo al colegio, al conducir…
Según ha contado en ‘Daily Mirror’, todo comenzó hace tres años, cuando, mientras se encontraba en un supermercado
No hay comentarios:
Publicar un comentario