Katy Perry abrió la noche de Super Bowl XLIX con un show espectacular.
Al ritmo de 'Roar', y sobre un enorme león dorado, Katy demostró que ella fue una reina, su look y toda la parafernalia del espectáculo la hizo brillar como toda una estrella.
Los miles de asistentes no pararon de ovacionarla, sin duda, la noche fue suya y brilló como una reina.
El imponente escenario se llenó de luces multicolor, además del despliegue tecnológico que fue impresionante.
El público cantó de principio a fin las canciones del espectáculo. Wow! Katy no se midió y su show no le pide nada a los que ya habíamos visto.
El espectáculo se llenó de luz y color y su sensualidad llamó mucho la atención, no cabe duda, Katy se merecía un espectáculo como este.
Se nota que a ella le encanta lucirse al máximo, y esta vez lo hizo como ninguna, la joven sensación del pop dejó muy buen sabor de boca.
Luego de que descendió al escenario interpretó Dark Horse, y la magia no paró de sorprender a propios y extraños.
El baile también fue sensacional, y las chicas bellas que acompañaron a Katy no pudieron faltar.
Durante los minutos de su show no paró de deleitar a la audiencia que la esperaba con ansias.
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